17 noviembre, 2005

Vida

Tú, que no sé quién eres; tú, que lees estos versos míos que tienen ya cien años, oye:
No puedo ofrecerte una sola flor de todo el tesoro de la primavera, ni una sola luz de estas nubes de oro. Pero abre tus puertas y mira; y coje, entre la flor de tu jardín, el recuerdo oloroso de las flores que hace cien años murieron.
¡Y ojalá puedas sentir en la alegría de tu corazón la alegría viva que esta mañana de abril te mando, a través de cien años, cantando dichosa!

-Rabindranaz Tagore-

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6 Comments:

Blogger ideas said...

La esencia de la primavera, como tantas otras cosas, esta en los pequeños detalles del día a día..

17 noviembre, 2005  
Anonymous Anónimo said...

¡Gracias por estas letras del Maestro, siempre poderosas!
Un verdadero placer volver a leerte, querido Águila :)
Un fuerte abrazo

18 noviembre, 2005  
Anonymous Anónimo said...

Siempre es un placer leerte, cuando apareces lo haces con cosas llenas de hermosura...y paz.

Bikos fuertes!

18 noviembre, 2005  
Anonymous Anónimo said...

sabias palabras ante la efímera belleza de la vida...

18 noviembre, 2005  
Blogger almena said...

sublime Tagore.
Gracias, hacía tanto que no repasaba sus palabras...

Un beso!

19 noviembre, 2005  
Anonymous Anónimo said...

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22 julio, 2006  

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