Sin salida

Ahora que estás a la espera tan sólo te queda el dolor. Arriesgaste cuanto tenías por un sueño, algo que ya se desfiguró. Lo diste todo y ahora te encuentras desierta y vacía, cómo siempre has estado; sola. Eras una soñadora, una de esas personas que vive de ilusiones hasta que estas se acaban y las tuyas ya te quedan muy lejos... Quisieras retroceder, volver en el tiempo atrás, y los momentos que antes contigo llevabas y te daban calor se han tornado frío e insalvable distancia, silencio. No estás tan mal, dices, mientras miras hacia un mundo que no alcanzas a ver, mientras la pura soledad recorre cada poro de tu piel a la vez que se pasan los días sin nada que te haga recuperar las ganas de vivir y sentir. A pesar de todo, tú ya esperabas que este fuera el final, de algún modo lo sabías desde los primeros momentos... pero no supiste decir "no" y ahora te atormentas cruelmente por dejarte engañar con esos espejismos de ilusión ya demasiado conocidos para ti. Te escucho mientras me explicas aquello de que "los sueños no se deben perseguir porque entonces se disfrazan de mentira, los sueños hay que aguardarlos pacientemente cómo el mar que en la noche de verano reposa en calma". Lo malo, dices, es que ya no puedes seguir esperando la llegada de ese imposible que seguramente te vuelva a acechar disfrazado de dolor... "Amar no es sólo amar; es conquistar".